Santa María dei Monti

Información sobre valores y puntos de interés

Antes de tomar el camino, puedes acercarte a la entrada cercana al túnel del siglo XIX (la que está a la derecha del nuevo) para observar las antiguas técnicas de construcción. Luego, tomando el camino y pasando las últimas casas, se camina sobre el mejor ejemplo de cuán anchos y refinados eran los principales caminos de herradura de la zona, cuando -entre los siglos de la República Marítima y la apertura del moderno material rodante- representaban la única conexión entre los distintos centros. La llegada a la cresta se produce cerca de las pocas ruinas de la iglesia de S. Angelo a Jugo, que también servía de vigía para recoger y enviar a la costa amalfitana las señales de alarma que pudieran lanzarse desde el castillo de Pino. Siguiendo la cresta se puede admirar la vista hacia Nápoles, la Piana del Sarno y el Vesubio (pero si el aire es claro, incluso en las montañas más distantes del norte de Campania). En el tramo que transcurre bajo la cumbre del Monte Cervigliano existen algunos manantiales que se deben a la presencia de una superposición tectónica de calizas sobre rocas impermeables. Luego, caminará a través de un paisaje con pendientes bajas y en partes planas, que fue moldeado por la erosión y el karst antes de que las montañas Lattari se elevaran a sus altitudes actuales. La vegetación alterna bosques de castaños, alisos y mixtos en los que encontramos el Carpe y el Haya. En los claros herbosos hay explosiones de helechos y, en primavera, espléndidas floraciones de colchici y narciso.
En el cielo es posible ver pasar gavilanes y ratoneros, mientras que el pájaro carpintero rojo puede revelarse con su típico repiqueteo y el cuco con su inconfundible sonido. Pasando por las ruinas de S. Maria dei Monti, nuestro pensamiento se dirige a S. Alfonso de' Liguori, que vino aquí a meditar y que también de estos paisajes, recorridos por pastores, tuvo que inspirarse para su célebre Tu scendi dalle stelle.
Al descender desde el borde oriental de la meseta hacia Scala, camina sobre capas de piedra caliza marina del período Cretácico superior (a veces fosilífero), mientras admira la hermosa vista de los Monti del Demanio (últimos picos de las montañas Lattari antes de la parte posterior silla de montar de Cava dei Tirreni), que terminan en el mar con el dentado Capo d'Orso. Más cerca, casi a nuestros pies, las casas e iglesias de Scala y Ravello, con el surco excavado por Reginola-Dragone en medio.